Para este autorretrato usé una luz artificial muy tenue e indirecta. La principal fuente de luz era la pantalla del portátil que iluminaba mi cara. Con tan poca luz, ISO 100 y una apertura de diafragma de f/8 obtuve una exposición de 30 segundos, perfecta para transmitir movimiento. Yo era el único objeto móvil de la foto, por eso salgo difuminado, en contraste con los demás objetos, que se ven nítidos.
El objetivo utilizado es un viejo Olympus OM ZUIKO 50 mm 1:1.8 de la época analógica conectado a la Sony A6600 mediante un adaptador de la marca K&F. La focal equivalente en APS-C es 76,7 mm, cerca de los 85mm que se consideran ideales para un retrato.
El blog

Cámara: Sony A6600
Objetivo: Olympus OM-SYSTEM ZUIKO Auto-S 50mm 1:1.8
Exposición: 30s, f/8, ISO 100
Otros: Trípode