Una tormenta eléctrica, y más si ocurre al atardecer, suele ser una buena oportunidad para hacer fotos. La luz puede cambiar muy rápidamente, como en esta ocasión en la que el sol poniente empezaba a asomar por debajo de las nubes, cuando aún no había dejado de llover.
Para no perder la oportunidad, prescindí del trípode, subí la sensibilidad a ISO 400, puse un diafragma medio y la velocidad en automático y disparé varias fotos antes de que la oportunidad se esfumara.
#23/52 Tras la tormenta

Cámara: Sony A6600
Objetivo: Samyang 12mm f2.0 E
Exposición: 1/50s, f/8, ISO 400