A mediados de octubre las heladas ya no solo afectan a las cumbres de la Cordillera cantábrica, que lucen sus primeras nieves. Si el tiempo y el viento están en calma, los collados y los pastos de montaña amanecen blancos de escarcha después de las noches cada vez más largas.
Amanecer gélido cerca del Puerto de Tarna, con los nevados Picos de Mampodre al fondo.
Cámara configurada con ISO automático y prioridad de apertura, f/11
#34/52 Helada en Tarna

Cámara: Sony A6600
Objetivo: Sony 16-55 mm f2.8 G
Exposición: 1/60s, f/11, ISO 100